Organizado por la Cátedra Democracia y Parlamento Futuro de la Cámara de Diputados de la Nación, en conjunto con la Dirección de Graduados de la Universidad de La Matanza, el Doctor en Comunicación por la Freie Universität Berlin expuso sobre el fenómeno de la radicalización de la democracia y las herramientas para abordarlo.
Sobre el término «ultraderecha», el destacado graduado de la UnLaM explicó que sirve para englobar a los partidos políticos que se ubican a la derecha de la centroderecha. “Es un concepto traído del inglés, far right, y sirve para englobar dos fenómenos. Uno de ellos es el de «extrema derecha» y el otro es el de «derecha radical», los que difieren en lo que respecta a sus posicionamientos sobre el sistema democrático. La extrema derecha apunta a la creación de un sistema diferente, no democrático, lo que va del fascismo a otras formas de organizar la política”, sostuvo.
“En cambio, la derecha radical propone un discurso, justamente, radicalizado, pero que trabaja dentro de la democracia, juega con partidos y candidatos dentro de sus reglas, con debates en los parlamentos, y que participa de la vida pública en los medios de comunicación. No propone un cambio de sistema, sino una reforma que, con el tiempo, erosiona la democracia. Implica un cambio de la democracia desde dentro de la democracia”.
Durante la charla analizó el fenómeno en Argentina: “se da un rasgo particular: el lugar del líder o la lideresa, con preponderancia de personas antes que de partidos o fuerzas políticas en la formulación de determinadas definiciones. Por ejemplo, no estamos pensando en lo que dice La Libertad Avanza, sino en lo que dice Milei. La programática de ese sector no se define en un congreso u otra instancia democrática, sino en base a diferentes ideas que se van lanzando y poniendo en el debate público, en TV, por ejemplo.
A Javier Milei lo clasificó como dentro de una derecha radical que “en el fondo considera que “una democracia con partidos y líderes no es necesaria, sino simplemente el orden del mercado y lo que dispongan la oferta y la demanda”.
Con respecto a Patricia Bullrich y a su narrativa que no apunta precisamente a valores democráticos entendidos en sentido pluralistas, “resulta negativo para la democracia porque genera una polarización afectiva, más allá de la necesaria para que elijamos, dentro de un proceso, como ciudadanos democráticos. Eso se observa cuando ese discurso se hace unívoco, indiscutible o excluyente, por ejemplo, del peronismo. Pareciera que lo que se propone es quitar del medio al que piensa diferente. Es una narrativa peligrosa en un partido con chances de llegar al gobierno”, explicó Delle Donne.
Para finalizar, sostuvo que “sería posible mantener ese tipo de discurso tan pro libre mercado como anzuelo o como elemento atractivo para ciertos sectores que piensan que sin el Estado de por medio van a estar mejor. Muchos partidos de ultraderecha europeos comenzaron con discursos muy fuertes de libre mercado, pero terminaron mutando hacia una idea de Estado de bienestar chauvinista, que excluye a los inmigrantes. Es muy temprano para saber si esa tendencia se va a repetir en la Argentina”.
Franco Delle Donne, licenciado en Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) posee una destacada formación académica que incluye una Maestría en Democracia y Gobierno, obtenida en la Universidad Autónoma de Madrid, así como un Doctorado en Comunicación de la Freie Universität Berlín.
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